A todas esas almas perdidas que se olvidaron de creer en la inmensidad del amor

lunes, 15 de febrero de 2010

Después de algún tiempo, aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma y aprenderás que amar no significa apoyarse y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío. Después de un tiempo, aprenderás que el sol quema si te expones demasido; aceptarás, incluso, que las personas buenas podrán herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma; descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida. Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo, haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía. Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos. Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responzables de lo que hacemos. Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queremos imitarlos para mejorar. Descubrirás que lleva mucho tiempo llegar a ser la persona que quieres ser... y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y, si no lo sabes, cualquier lugar sirve... Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada o frágil sea una situación: siempre existen dos lados... Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que, algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias que con los años vividos. Aprenderás que hay mucho más de tus padres en tí de lo que supones. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese, porque le estarías quitando la esperanza. Aprenderás que cuando sientes rabia tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho a ser cruel. Descubrírás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman pero no saben cómo demostrarlo... No siempre es suficiente ser perdonado por alguien; algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a tí mismo. Aprenderás que con la misma seriedad con que juzgas, también serás juzgado y, en algún momento, condenado. También aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió; el mundo no se dentendrá para que lo arregles. Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacía atrás. Por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y sólo entonces, sabrás realmente lo que puedes soportar, que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. ES QUE LA VIDA VALE CUANDO TIENES EL VALOR DE ENFRENTARLA.