A todas esas almas perdidas que se olvidaron de creer en la inmensidad del amor

martes, 28 de septiembre de 2010

Me tomo un café con tu ausencia y le enciendo un cigarro a la nostalgia. Le doy un beso en el cuello a tu espacio vacío, me juego un ajedrez con tu historia y le acaricio la espalda a la memoria seduciendo al par de zapatos azules que olvidaste. Y charlo de política con tu cepillo de dientes con visión tan analítica, como cuando te arrepientes. Realmente no estoy tan sola, quién te dijo que te fuiste? si aún te encuentro cocinando algún recuerdo en la cocina o en la sombra que dibuja la cortina. Realmente no estoy tan sola, quién te dijo que te fuiste? si uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan y aquí se te extraña tanto... Tú sigues aquí, sin ti, conmigo. Quién está contigo si ni siquiera estás tú? Le canto una canción a la nada y me burlo de la melancolía. Sintiendo tantas cosas. Realmente no estoy tan sola. Solo tú, que estás conmigo y no te fuiste contigo. Realmente no estoy tan sola. Quién te dijo que te fuiste? si cargaste con el cuerpo, pero no con el recuerdo. Y el recuerdo está conmigo. Realmente no estoy tan sola, quién te dijo que te fuiste? si uno no esta donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan y aquí se te extraña tanto... Tú sigues aquí, sin ti, conmigo. Quién está contigo si ni siquiera estás tú ?

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