Amores de turno padecen tu avaricia, dejás que sus luchas, sean siempre vanas. Someten su vida a tu cruel injusticia y eligen tu traba, a quedar en la nada.
Un árbol que deja caer pocos frutos y ostenta, a lo lejos, montones de ellos.
Mujeres saciables, no pierden su tiempo, queriendo trepar a este vil resoluto.
La luna se muestra, la niña descansa. Y hay noches, que un ángel, alcanza sus ramas.
El árbol concede todas sus manzanas y el Sol, en su viaje, se viste de gala, soñando poder, al llegar la mañana ver a estos dos locos, fundiendo sus almas. Un viernes de invierno, mostró displicencia: la joven mujer divisó sus cortezas. Notó que con ellas, podía escalarlo y subió donde pocas pudieron lograrlo. Allí estaba el ángel, siempre reluciente. Amable tomó de la mano a la dama. Quien pudo, por fin, ubicarse en sus ramas, culminando así su acción inteligente.
El ser celestial percibió en ésta niña dotes de grandeza, y sintió que era indigno gozar privilegios que aquella debía. Cedió ante su aura, y con gesto benigno, bajó de aquel árbol, jurando ese día tomar sólo frutos que le correspondían.
Existen millones de fábulas grises. No todas culminan con vino y perdices. Se puede jurar que no hay nada más triste que un ángel dejando la magia pudrirse...
Explosivo, ése es el adjetivo.
ResponderEliminarPor la cantidad de imágenes, por la energía acumulada en poco espacio y por la fluidez.
Me gustó. Felicitaciones.
EDUARDO
Muy Buen Blog!
ResponderEliminarTe sigo, Te espero por el mio!. Gracias :D
Que fotos tan bonitas!!! :)
ResponderEliminarTienes un blog muy bonito, que lo sepas! jeje
te dejo mi dirección por si te quieres pasar, y si te gusta pues te unes!!!!
Un besazooo
curiosidadescuriosas.blogspot.com