A todas esas almas perdidas que se olvidaron de creer en la inmensidad del amor

domingo, 18 de abril de 2010


La espuma del mar, un grano de sal o de arena. Una hebra de pelo, una mano sin dueño, un instante de miedo, una nota perdida, una palabra vacía en un poema, una luz de mañana así de pequeña soy yo, nada de nada. Nada de ti, nada de mi, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie. Nada de ti, nada de mi, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie.

Un copo de nieve, una lluvia que llueve, un pensamiento, un abismo entreabierto, una palabra callada, un lo siento, un paso sin huella, soy un camino que no tiene destino, una estrella apagada. Asi de pequeña soy yo, nada de nada. Nada de ti, nada de mi, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie. Nada de ti, nada de mi, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie.

Un soplo de vida, una verdad
que es mentira, un sol de invierno, una hora en tu noche, un silencio de adioses, un sin quererlo, un segundo en tu sueño, soy un peldaño subiendo tu escalera, una gota sin agua, así de pequeña soy yo, nada de nada. Nada de ti, nada de mi, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie. Nada de ti, nada de mi, una brisa sin aire soy yo, nada de nadie.