A todas esas almas perdidas que se olvidaron de creer en la inmensidad del amor

jueves, 26 de agosto de 2010

a cada momento todo se renueva

Ya hice cosquillas a alguien sólo para que dejara de llorar, ya me quemé jugando con una vela, ya hice un globo con el chicle y se me pegó en toda la cara, ya hablé con el espejo, ya jugué a ser bruja. Ya quise ser astronauta, violinista, veterinaria, peluquera y trapecista, ya me escondí atrás de la cortina y dejé olvidados los pies afuera, ya corrí por el timbre del teléfono, ya estuve bajo la ducha hasta que se me arrugaron los dedos. Ya robé un beso, confundí los sentimientos, tomé un camino errado y sigo andando en lo desconocido. Ya raspé el fondo de la olla donde se cocinó la crema y ya lloré al escuchar determinada música en el colectivo. Ya traté de olvidar a algunas personas y descubrí que son inolvidables. Ya subí a escondidas a la azotea para agarrar estrellas, ya subí a un árbol para robar fruta, ya me caí por una escalera. Ya hice juramentos eternos, ya amé, ya me amaron y me lastimaron pero yo también ya lastime a alguien. Ya escribí la pared de la escuela y ya lloré sentada solo en el piso del baño por algo que me pasaba- Ya huí de mi casa para siempre y volví al instante siguiente. Ya corrí para no dejar a alguien llorando, ya quedé sola en medio de mil personas sintiendo la falta de una sola. Ya vi ponerse el sol y cambiar al rosado y al anaranjado, ya me tiré a la pileta y no quise salir más, ya tomé whisky hasta sentir mis labios dormidos, ya miré la ciudad desde arriba y ni aún así encontré mi lugar. Ya sentí miedo de la oscuridad, ya temblé por los nervios, ya casi morí de amor y renací nuevamente para ver la sonrisa de alguien especial, ya desperté en medio de la noche y sentí miedo de levantarme. Ya aposté a correr descalza por la calle, ya grité de felicidad, ya robé rosas en un enorme jardín. Ya corrí al colectivo, ya llore sin parar, ya esperé un mensaje hasta dormirme, ya soñé con vos una y mil veces. Ya me enamoré y creí que era para siempre, pero era un 'para siempre' por la mitad. Ya me acosté en el pasto hasta la madrugada y vi cambiar la luna por el sol, ya lloré por ver amigos partir y luego descubrí que llegaron otros nuevos y que la vida es un ir y venir permanente. Fueron tantas cosas que hice, tantos momentos fotografiados por la lente de la emoción y guardados en ese baúl llamado corazón.

Ahora un formulario laboral me pregunta : -¿Cuál es su experiencia? - Esa pregunta hizo eco en mi cabeza. Experiencia... experiencia... Será que cultivar sonrisas es experiencia? No, tal vez ellos no saben todavía ver los sueños. Ahora me gustaría preguntarle al que redactó el formulario: -¿Experiencia? ¿Quién la tiene si a cada momento todo se renueva?-